gaston campano

Del ayer al hoy

     El cuerpo cuando guagüita

tan mojadito y rosado

daba gusto de verlo

suavecito y estirado.

Es el mismo que con los años 

con mucho trabajo o sin el

de a poco se va arrugando

resquebrajandose la piel.

Los brazos como elásticos

tercían siempre al revés

hoy crujen como si fueran

cadenas en nuestros pies.

El pelo negro y crespito

con risos como cordel

se encuentran blancos y teñidos

para ocultar tu desdén

por los años vividos ya

con esa torre de experiencias

que debieras aplicar

sin teñir canas con ciencias