MensajeroSolitario

Del repudio a la doma

Podrá ser

ante los ojos ajenos

no mires directo a los míos,

te rehúses a tocarme.

Podrá ser

a plena luz de día

que calles los gritos de tu cuerpo,

que encierres la fiera hambrienta

que llevo dentro de mí.

 

Pero

una vez caída la noche

y que murallas sean sus sombras 

para aislarnos,

puedo asegurarte:

serás tú misma quien libere

a esta criatura insaciable,

dominarla no podrás

pero sí someterte,

aunque me pregunto y te pregunto,

una vez suscitada la arremetida:

¿Podrá ser

que tú quieras resistirte?