Dulce

Tu propio fuego

 

 

Caer y rodar en el lodo

sin socorrer los errores

equivocaciones

perdones

ni consuelos.

Socavado amor

que con desdicha,

no dice, no dijo

y hoy sin  duelo

 se precipita.

Y en ese fuego,

que has elegido encender,

inacabado el arder

puede ser ceniza

y es  propio infierno

que bien podría ser

nuestro buen cielo.