Alejandrina

BAJO LA PIEL

 

Soy un ente escuálido
y quebradizo 

en medio del desierto,

tratando de encontrar

la energía

reivindicadora de vida 

en mis huesos,

perdidos bajo estos 

siglos de  arena,

de estos escombros definitivos.

 

Los ojos del dolor me acechan 

desde las sombras

como una lluvia negra 

se abalanzan sobre este

desvencijado equipaje,

como pequeñas fieras

me persiguen hambrientos.

 

Y te busco loba vieja,

conjuraré tu fuerza, 

mujer mía y anciana.

¡Desbordame de trinos y de carne

inscribe un himno nuevo, 

un ruego una plegaria

que descuelguen de la cruz 

mis heridas alas de cigarra !

 

Devela mis ojos Hécate 

de aquellos días,

pero no olvides 

guardarlo a él,

en esta resurrección del barro

por debajo de mi piel, a ras del alma 

para que su sangre

me abrace hasta la superficie,

desde el corazón.



Alejandrina.