Murialdo Chicaiza

Recuerdos

   

Qué pocas cosas vivimos juntos

el tiempo tuvo complejo de inferioridad

fue un animal pequeño entre los dos.

 

Estas hecha de la más sublime madera

del más balsámico barro de tiesto

del agua más pura que discurre

por los manantiales ajenos del silencio:

llevo cruzando en brazos tu amor, amor

que recién ha nacido y ya está muriendo.

 

Escritos sobre tus manos mis poemas se ven mejor

de puro intrascendentes y escoria pasan a ser

la espuma que mi mar ayer dejó.

¡Mis poemas suenan mejor sobre tus ojos!

 

Ellos son los que más mueren si tú no estás

si no sabes de ellos, mueren íntegramente:

padecen el ocaso del verso, enmudecen sin tì.

 

Bien amada cuántas veces soñamos con crepúsculos

vivir bajo cualquier racimo del fruto

de esos que en tu tierra maduran al sol.

 

 

Te encontré en el umbral más humano de mi vida

y nada pudo ser, ni siquiera yo, ni siquiera tú,

¡ni tampoco el amor que nos hizo vivir!