OSIRIS RA

MISIVA...

 

 

 

Ahora que miro mi vida

desde el presente sobrio,

y ahora que desfilan

las preguntas obligadas

sobre lo que he perdido,

lo que he arruinado

y lo que debo asimilar;

sólo se presenta una

disyuntiva:

 

¿Por qué me dejaste ir?

 

Nunca desee discutir

y menos tener la razón,

sólo quería estar a tu lado

porque una vez me preguntaste:

 

¿Me aceptas como soy?

 

y yo dije que sí.

 

 

Hace rato que dejé mi orgullo

no deseo tener la razón de nada

sólo quise quererte y amarte

y de eso no entendiste nada.

 

Hubiera aceptado mil culpas más

hubiera esperado por ti cien años

y hubiera dejato todo, aún mi oficio

por estar sólo contigo,

por que te amo y mi cariño es fiel

pero eso no me asegura ni tu amor

ni tu confianza.


Siempre habrá algo que yo haga mal.

 

Adios mi amor.