gaston campano

Las manos

Las manos algo cansadas

por tantos años de trabajo

estan bastante ajadas

de los tiempos que han pasado.

Se vuelven los dedos tiesos,

perdiendoo su formatura

con esas manos tersas

en su juventud madura.

Sirvieron para caricias

ágiles y con amor,

así con mucho candor

sintieron estar en el cielo,

ahora como consuelo

solo recuerdan cansada.

Tantas delicias hubieron

en esas felices jornadas.

Fueron las del alfarero

convirtiendo el barro en,

vasos para la sed

que tenía el hombre aquel,

llegado hasta el portal

por esa suerte casual

del hombre en su querer

Míralo bien mujer

agotado y sin brillo

de esos azules ojo

que fueron candil prendido

ya que van apagando

su color y su mirada

esa que solo ve

sus pensamientos guardados,

así el hombre agotado

miraba sus manos blancas.