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Llevo una vida pensando, en mi tío Mariano
En como seria su fisonomía y ahora Miquel;
Su biznieto, me ha dado una lección de hermano
Gracias le doy al cielo, por donde andará el…
Maldita guerra civil, que le arrancaste la vida
Dejando a una mujer y dos hijos huérfanos;
De un Padre militar, que se fue sin despedida;
Sus Padres Modesto, María y sus hermanos…
Quedaron abatidos, cuando le dieron la noticia
Han pasado setenta y dos años, desde tu adiós
Y aun por las calles, de tu Añora y Girona;
Acarician la nostalgia, al cabo, sargento y teniente…
Un jornalero, que se presento voluntario;
Sin saber que su misma patria lo mataría;
En una guerra civil, impuesta por un sádico;
Que nos daría, treinta y ocho años de ira….
Soportando sus matanzas y fechorías
¡Dios mío, tío de mi alma y agonía!
¿Por qué te alistaste, en artillería?
¿Quién te impulso, hacia la milicia?…
Ya no tiene remedio, tío Mariano
En vida no nos concinos, por la tragedia
Pero ahora si estas, en la nube del campo;
Que sepas que siempre has sido, de mi pedanía.
¡Le doy las gracias a Miquel Vila Ruiz, por contactar con sus raíces la de una familia humilde, que le da las gracias!
¡Por despertarme una alegría, que dormía en mis adentros como un recuerdo fugaz, pero lleno de amor y alegrías!
Modesto Ruiz Martínez/ miércoles, 25 de noviembre de 2009