Murialdo Chicaiza

A una mariposa disecada

                               Para Glenda


Mariposa, soneto verde agua

angelillo siempre leve de los insectos

¿De qué flores te sustrajiste

los pétalos de tus alas?

 

Cuéntame del silencio y el viento

de cómo crecen las rosas en el huerto

pero no me digas cuál es la más bella

¿qué acaso no sabes que la conozco?

 

Aunque has muerto llévate

en tus ojos mi alma,

que siga palpitando

 tu corazón de lechuga

Y los lirios de tus antenas.

Finge que vives

para poder verle cada mañana.

 

Recuérdale para que visite el mar

en el que nunca estuvimos, en donde

es más fácil confundirse con el llanto

donde no hay mariposas

ni estaciones de amaranto.