arturo maldonador

QUIEN FUERA TU LECHO

 

 Que cada noche te recibo,

durante el día solo, silencioso,

espero tu llegada con paciencia.

Cuando el sol se muere,
me lleno de alegría, de calor,

para acoger tu cuerpo.


Se extiende, se expande

para abarcarte toda,

cuando estás con él,

está despierto, no se duerme,

se conforma con solo tocarte.


Cuando te cambias de posición, suspira,

porque otra parte de ti

empieza a acariciarte.

A veces te desnudas,

y a tu piel refresca,

y más se une a ti.


Es un gozo divino el sentirte,

solo siente la hermosura de tus senos,

y como palpitan.

Al voltearte  y tus pezones lo rozas,

se extiende o se arruga

para darte espacio.


Tampoco mira tu vientre

y como te abandonas a él.

Ni el color de dorada luna

de tus piernas,

ni el bosque del amor

en el delta de las mismas.


Te percibe y te huele

y mientras tu dormida,

se va impregnando de tu olor,

de tu sudor, de tu esencia.


En la madrugada sientes frío,

te acurrucas.

Como amante enamorado

te abraza, te cobija

y te invita con un beso a dormir.


Al llegar el alba, se esfuerza

para que no lo dejes solo.

Y sientes ganas de seguir con él.

Y te llama y te pide

¡Quédate conmigo otro ratito!

Y casi a fuerzas te desprendes.


Durante el día,

guardará tu amor y sus caricias.

Y al volver,

cuando despiertan las estrellas,

como cada vez, te estaré esperando.


Y aunque no te hable,

al entregarle a mi lecho

toda tu suavidad,

murmuraré en silencio:


Amada mía,

cada noche estoy contigo.

Cada noche lo celeste viene

en la caricia y el beso de tu piel,

mientras mi lecho, recibe a tu cuerpo,

y mi corazón tu alma.

EL POETA DEL AMOR.

MÉXICO.