benchy43

UN POQUITO DE ESTE DÍA.

 

“Soy el día, y el viento levanta sus ramajes en mi alma” del poema AMANECER, de Vicente Gerbasi.


Cuántas veces en el día he deseado que lo veas.
Se asemeja a vos en tu tibieza y es azul por donde mires
su cielo sin celajes.
Hay un brillo de vida en su mirada
y se me hace que me miras por todas sus esquinas.

Esa hoja que cae no está muerta: se ha robado un rayo
de sol, por eso está tan rubia  y bailará más tarde
en un pequeño remolino a la vuelta de mi casa.

Hasta el sorpresivo trinar de la calandria se quiere parecer
a tu afinado violín y ella canta subida a lo más alto, donde
no le alcancen los mundanales ruidos, ni despierte su apetito
el aroma a pan recién horneado de alguna chimenea.

Mientras por aquí abajo,  una niña saltarina se ha robado la alegría
y se la lleva en su mochila rosa con diminutos ojos de Hello Kitty
junto a un ramito de lavanda que perfuma la vereda.
¿Cómo podría hacer, yo me pregunto, para hacerte llegar
un poquito de este día?

Se asemeja a vos, de eso no hay dudas, cuando las risas de las aves
enredan sus gorjeos en el ramaje entremezclado  de los sauces;
y a mí me encanta, al igual que me encanta cuando ríes
y se quedan los ecos de tu risa saltando a mi costado.

Tiene tu ternura este día,  e incluso camina sigiloso por los prados,
los montes y los pequeños bosques con su encanto misterioso,
y se mimetizan las mariposas en el amarillar de las retamas,
y las horas se deslizan suavemente desde arriba de la sierra.

No me miró bien el señor del Correo Argentino antes de su negativa.
No sirve una encomienda postal para estos casos.
Entonces, he vuelto a preguntarme: ¿Cómo podría hacer yo
para hacerte llegar un poquito de este día?


 Derechos reservados por Ruben Maldonado.

 

(Publicado el 30 de abril de 2010)