Uriel Gabriel

Jovencita...

Eres un beso en lo oscuro de la habitación...

Eres eso que quise en algún momento y hoy no entiendo si te quiero o no,

Tus petalos y tu rosa, son quizá esa cosa delicada con aroma

que me muestre lo que quiero del amor.

Las sabanas de mi conciencia, enredadas con el perfume de tu pelo entre mis dedos,

y mis manos en tu piel, me causan mucho miedo.

Miedo de robarte un beso.

Miedo de robarte el sueño, el suspiro y el aliento.

Miedo de extasiarme de tu piel.

Miedo de robarte el corazón y despues ya no saber que hacer con el.

Si supieras que eres la riviera de ese río que no tiene mas final que la orilla que se vé,

quizá supieras que tu humedad es la ferviente necesidad de mojarse la piel.

Si supieras que te puedo querer hasta el final de tus días, despertando en tu vientre todas las mañanas,

pensando en que no quisiera estar ahí, como al viajar los niños gustan de moverse, 

pero siempre quisieran estar hacia donde dejan ver las ventanas.

Dormiré... Porque necesito dormir. 

Besaré porque necesito besar...

Amaré porque necesito amar...

Pero no te engañaré...

No tomaré tu alma abanderado en el amor,

No quiero tu corazón si solo quiero saciar mi apetito.

No te mentiré... Porque ni lo necesitas, ni lo necesito.