han-jael

Dei III

Dime que tienes tú,

que si hoy decido que te dejo,

mañana vuelvo y te entrego

nuevamente un corazón que ya no tengo.

Ya no es del dios el alma que me mueve,

es tuya y mis antojos.

 

La resistencia no vale,

la dignidad no existe,

solo la obsesión subsiste

cuando me veo en tus ojos.

 

A ti no te importa si muero

o vivo

si me duelo

o rio

por tu amor, tan falso,

tan esquivo...

 

aun insisto en llamarle amor

a esta farsa que me ofreces

y me hace sentir la mas fuerte,

la mas hermosa,

cuando me convierte

en la mas ingenua, en realidad.

 

Que es la voluntad,

la convicción,

la ilusión,

la libertad?

 

Si no es mi ánimo

otra cosa que la necedad,

la aflicción

y la ansiedad!

 

No hay más que pensar sino en ti,

adorador de ti mismo,

constituido solo por la vanidad

y la presunción

 

y aun late en tus manos mi corazón

sintiéndome incapaz

de decirte un adiós

que tampoco quiero.

 

Y me tienes atada a ti

dejándome en tanta libertad

aferrándome a luchar

por tu querer que no entiendo

en sus formas y modos

y me alejas de todos

y no quieres conmigo estar.

 

Como dejarte de amar

si ya no es del dios

el alma que me mueve!