¡Valeroso Militar Romano!
Nunca pensé que un día
Viendo tu Divina imagen
De ti me enamoraría.
De ti y de la mítica leyenda
Defendiendo a la doncella
De las garras del dragón
Hincándole la lanza al corazón.
Y puse mi alma en todo ello
Sobre la blanca tela de un lienzo
Y de mis pinceles brotaron
Caballero, dama y caballo.
¡Este Santo Turco venerado
Será lo más bello que he creado
Sin ser un artista consumado
Porque Tú me has llevado la mano!
¡Yo te pido Santico mío!
¡Donde quiera que tu vayas!
¡Te acuerdes de esta buñolera
Que de ti quedó prendada!
Fina