Eduardo Torres Isleño

Niña Rica

He sonreído y he mirado

un punto cardinal que no conozco,

Allá después de las montañas

Después de los bosques y las praderas

Pasando la sabana y la selva,

El desierto y algún océano misterioso,

Más allá de las ciudades y los parques,

En lo profundo de las carreteras

En lo oscuro donde no llega mi vista,

Esta una muchacha a quien recuerdo

Como una flor con forma de campana

Sin valor, sin importancia, sin suspiros esta vez,

Estará quizá bailando, besando a alguno de sus novios,

O durmiendo, soñando con la playa y con las graduaciones,

Está algún lugar, yo lo sé, lo sé muy bien,

Tan diferente a mí que ella mira la tarde

Con sus pensamientos de niña rica

Perdida en su pequeña filosofía de vida

Viviendo, sin poder volar, sin cruzar las olas

Que aparecen frente a ella como un reflejo

Extenso y frío de silencio de muerte.