micaela fernandez

Silencio

Silencio… de un Dios ausente?

(mañana de un Sábado Santo)

Triste ha amanecido el día

tras esta noche larga de vigilia.

Mi corazón está roto y entrecortado mi aliento.

Te busco, te grito, te llamo…

no apareces, estás ausente.

¡Cuántos caminos recorridos juntos!

¡Cuántas esperanzas compartidas!

Ahora sólo queda el silencio de la Muerte toda. 

Cierro los puños con rabia

Y quiero escupirle al cielo…

Pero tu recuerdo embarga mi alma

y con tu sudario quiere darme consuelo.

¡Dios! ¡Aquí te espero!

No permitas que éste, tu humilde siervo,

emprenda solo el destino del viajero.

Mi voz clama al cielo y el cielo me devuelve silencio.

¡Escúchame, oh Dios!

Aquí, postrado y en silencio, 

Espero