Jorge A. Porras Teppa

Mi Ave María.

Dios te salve María

madre de Dios infinito,

mira hacia este hombrecito,

que te invoca en este día.

Llena estás tu de gracia,

pues el Señor es contigo,

¡¡ Ayúdame en mi desgracia, !!

pues ya me siento un mendigo.

El Señor está contigo,

y sé que te escuchará,

que me levante el castigo,

solo tú lo lograrás.

Bendita tu siempre has sido,

y madre siempre serás,

tu sabes como he vivido,

tu sí me comprenderás.

Entre todas las mujeres,

solo tú fuiste escojida

yo sé que tu también quieres,

a esa mujer que es mi vida.

Y bendito fue ese fruto,

que de tu carne salió,

dime si no suena injusto,

pensar que ella me olvidó.

Jesús se formó en tu vientre,

y José demostró su amor,

si yo la he amado siempre,

¿ porque me causa dolor ?

Santa María, tu has sido

y siempre así lo serás,

confío en que lograrás

que con ella haga mi nido.

Madre de Dios 

y del Hijo, madre de nosotros dos,

nuestra tutora te elijo,

diríjenos ante Dios.

Ruega por nosotros, pecadores,

que te imploramos amor,

porque al sentir el dolor,

olvidamos los rencores.

Ahora como antes, y siempre,

tu serás la más amada,

porque estarás ubicada,

junto a Fabiola, en mi mente.

Y en la hora de mi muerte,

tu me sabrás preparar,

para recibir mi suerte,

con alegría en mi hogar.

Amen.    

                                                        03 / 09 / 1.982