Dejame morir
en tus brazos,
que sean tus ojos
mi ultimo milagro,
después
no importa
si no te allo
en otra dimensión
llena de barro.
Morir sobre tu cuerpo
me es necesario,
que sea el roce
de tu pecado,
un instante de amor
sobre mis manos
que seamos
como el mundo
cuando
nos enamoramos.
Dejame morir
sobre tu pelo
que sea el hada
de tus recuerdos,
la única memoria
que munca muere
sobre tu mente,
que puedas rodearme
de soledades.
Perfumarme la vida
en un instante,
que nunca termine
una caricia
que se convierte
en orgasmo
de tu retina.
Dejame morir
te lo ruego
en tus labios
de fuego
y quedarme contigo
donde no existe nadie
ni siquiera el olvido.
Ana@ocaña