¡Hoy te he visto caminando
con rumbo para tu casa!
Hoy he visto los reflejos
de las luces de tu cara,
¿Quien dice que no hay un Dios?
Yo lo he visto en tu mirada,
la más bonita de todas,
como una paloma blanca,
te rodean gavilanes
Queriendo arrancarte el alma,
¡No dejes que te la roben!
La sonrisa de tu cara.
¡De tanto andar yo muy solo!
Tenía callos en el alma,
no es que no sentía nada
es que ya nada me pasaba,
y ahora… que te conozco
se me han cambiado las ganas
¡No me mires a los ojos!
Si no estas sintiendo nada,
que yo quedare preso,
preso de esa mirada,
¡No me mires a los ojos!
Si no estas sintiendo nada.
¡Yo te he visto caminando!
Con rumbo para tu casa
quise pararte y decirte
lo que yo sentía en el alma,
pero la mano del miedo
me apretó bien la garganta
¡Y no pude decir nada!
Solo fijar la mirada
y contemplar en silencio
tu figura que pasaba,
¡Yo te he visto caminando!
Con rumbo para tu casa.
¡Y me quede allí parado!
Viendo que te alejabas,
pensando como seria
poderte besar mi amada,
¡Yo te he visto caminando!
Con rumbo para tu casa,
quise seguirte los pasos
quise ir contigo a tu casa,
inventar cualquier excusa
y no se me ocurría nada
¡Y me quede solo Sintiendo!
El vació sin palabras.
¿Como decir que te quiero?
¡Si la cobardía me mata!
¿Como poder hablarte?
¡Si no tengo las palabras!
se me nubla el pensamiento
se me perturba la calma,
¡Pero cuando te vea mañana
caminando hacia tu casa!
Sacare valor de adentro
te confesare mi amada,
¡Que mi amor por ti es tan grande!
Que no me cabe en el alma.
Autor : Osvaldo Maraz Guerrero