Bukowski Benedetti

--EL DIA DE MI MUERTE--

Voy a elegir el día de mí muerte,

quizá muera un domingo,

un día de Dios,

puede que así; todos recen por mi alma.

Voy a morir en una isla,

junto al mar,

y las especies que ahí habitan

devoraran mí cuerpo.

Voy a elegir el día de mi muerte,

tal vez muera el lunes,

todos irán al trabajo,

y nadie me verá partir.

Será mejor morir el jueves,

o a mitad de semana,

nadie preguntará donde me encuentro

y yo no querré decirles.

Un martes no podrá ser, 

mi doctor descansa

y el servicio fúnubre

celebra su omomástico.

Lo dejaré para el viernes

es un día de fiesta y juergas

sin mucho sentido,

es el día de Baco y de amor

reprimido.

Lo cierto es, que cuando muera,

no deseo tener compañía,

quiero que mi alma descanse en paz,

deseo platicar con las almas

de los que ya han partido,

deseo morir así,

como mueren las aves,

como mueren las flores,

como mueren los mendigos,

como mueren los reyes.

Deseo morir así,

como mueren los hombres…

en el olvido.