micaela fernandez

Lo siento....pero no soy la de antes

Te conocí cuando era adolescente, fuiste mi primer novio,

mi primer beso, mi único hombre.

Nos casamos cinco años después,

creo que éramos un matrimonio común, normal,

compartiendo alegrías, tristezas, peleas, celos, en fín,

sin mayores sobresaltos.

Solía mirar a los otros matrimonios de parejas amigas como

parejas perfectas, hechas tal para cual.

Nuestro primer hijo nació dos años después, a los dos años siguientes

nuestra pequeña y tres años después nuestro tercer hijo.

Recuerdo que a pesar de no ser tú el hombre perfecto ni yo la mujer ideal,

siempre te dedicaba un tem que hasta el día de hoy me provoca un poco

de dolor cuando lo escucho : "Estoy Enamorado " de Donato y Stefan.

Nuestros tres niños eran maravillosos, yo trabajaba en casa no solo

haciendo las tareas de madre sino también que había conseguido un

trabajo importante y que era bien redituable,

muchas noches esperaba a que los niños se durmieran para poder trabajar,

tenía que controlar mucha documentación importante.

Tú trabajabas y habías comenzado a estudiar, motivo que me alegraba a

pesar de no contar con tu presencia y con tu ayuda porque lo hacías por tu

familia, para progresar...

Un día comencé a notar que te arreglabas demasiado para ir a estudiar y

comencé a sospechar cosas....alguien luego me las confirmó.

Recuerdo el día que iba con mi niño mayor de seis años de la mano y

te alcancé a ver desde lejos que ibas con alguien....

Dejé a mi niño con la madre de uno de sus compañeros de la escuela y

te seguí; mi corazón latía rápidamente, y ....

cuando te ví abrazando a otra mujer....simplemente creí que moría.

Me acerqué por detrás y pronuncié tu nombre,

se dieron vuelta los dos, inmediatamente ella retiró su brazo de tu cintura...

¿ Y recuerdas lo que yo hice? fingí que no vi nada de lo que estaba viendo,

les dí un beso a cada uno, ni siquiera sabía que debía hacer, estaba paralizada,

ella era conocida mía, era mi vecina y teníamos un niño pequeño de la misma edad,

por eso charlábamos de vez en cuando.

Yo tenía 30 años al igual que tú, ella una niña de 17 años.

Ella se fué, nosotros tomamos el primer colectivo que te llevaba a donde tú estudiabas.

Hablamos bastante, yo no podía creer lo que estaba pasando pero lo que recuerdo

es que no pude probar alimento durante los siguientes dos dìas, perdí cuatro kilos,

lloraba todo el tiempo, me "hundía"...

mi familia y mis amigos me ayudaron a creer más en mí y yo

sentía que te amaba, quería recuperarte.

Tú me decías que yo tenía la culpa de nuestro fracaso,

yo me lo creía, hasta que alguien me sacó esas ideas y me explicó

que en un matrimonio los culpables son los dos.

Decidí perdonarte, pero me equivoqué, pues lo hice a medias,

pues nunca más volví a ser la de antes:

mataste una persona pero diste lugar al nacimiento de otra,

igual hemos estado juntos desde entonces,

tuve mucho miedo de estar sola con mis niños pequeños.

Decidimos estar juntos por ellos e intentamos recuperar lo que ya no había,

hemos tratado de estar bien, pero querer no es amar,

sumar tiempo no es sumar amor y es un derecho natural que tenemos como

seres humanos "buscar el amor", "amar y ser amado", "sentirse amado".

Un día, no sé cuando todavía,

cada uno va a tomar su rumbo y vamos a ser libres de estar

con el nuevo ser amado que aceptemos en nuestras vidas.

Seguiremos siendo los padres de nuestros hijos pero....

ya nunca más seremos los que fuimos