Mis venas se alteran y mi sangre se acelera
sólo con verte se transforman mis arterias.
Mi corazón enamorado se inquieta a tu lado;
mis pulmones reclaman el aire contenido
y tan sólo susurraste un suspiro en mi oído.
Sí supieras lo que le haces a mis sentidos
con tu sola presencia sin mencionar tú inocencia;
con tu hermoso olor de mujer combinado a tu perfume
y tu mirada tierna amorosa y sublime.
La sangre en mis venas es necesaria para vivir.
Así eres, necesaria tú para yo vivir feliz.
Nunca dudes que… te amo,
que mis pulmones se detienen.
Eres sangre de mi sangre y carne de mi carne
y así será; hasta que la muerte nos separe.
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©2011 Carlos Montes Guerrero
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