poetaovallino

Para que se duerma.

El horizonte se envuelve y se duerme,

entre medio del cielo y del mar,

ocupando la espuma de almohada

y al arrebol para su casa alumbrar.

 

 

Su espalda se extiende a sus anchas,

separando al cielo del mar,

dos personas de pieles distintas,

dos amigos con la misma edad.

 

Dos ojos redondos le vigilan

desde lo alto tu sueño invernal,

horizonte descansa estirado,

que el alba te vendrá a despertar.

                                                             Bugues.