Lydia casillas

LA EMBESTIDA DEL MAR

Rugiendo viene las olas

Con silencioso quejido

Que, madre, a mí me parece

El embestir de un miura.

Las olas bravas, bravías

Te llaman a la embestida,

Que les claves banderillas

Para aplacar esa furia

Y sosegar a la espuma,

Que parece, madre,

La rebelión de las dunas.

Y la niebla es el capote

Para eludir la embestida,

que quiso amar a la luna

Engarzando en su solapa

La estrella de grana y oro.

Y la tuna luna, madre,

Le tirará un relicario

Que el torero guardará

En sus entrañas de espuma.