MariaJose Uparella

Le declaro culpable.

A medida que usted prolonga su ausencia, 
el amor se transmuta en memorias impías.
A pesar de que ha sido precavido 
y ha esquivado amarguras.
A pesar de las mil veces 
en que ha regresado de la muerte.
Pero hoy decidió quedarse empeñado en el Hades.
Entonces, usted viene. 
Intenta revivirlo de nuevo, y falla.
Entonces, usted me culpa y me acusa de soberbia.
Mi orgullo flaquea y le beso en defensa propia.
Con la piel helada y la sangre hirviendo. 
Pero el amor no vuelve.
Usted lo desterró