Murialdo Chicaiza

TrasmutaciĆ³n.

  

Heredamos la desesperación

como si lunares.

Ella transita entre el dolor

y una viva tristeza.

De sus rodillas escapa en cataratas

su virtud en sangre.

 

Cuando menos lo pienses

un demonio te transmutará

en hilachas de polvo negro.

La muerte nos arroja fuera de la luz,

allí, probaremos extasiados

un fruto imperceptible, trivial.

¿En qué está, pues, el bien del hombre?

En amar al silencio

como el silencio se ama así mismo.

 

Ella ya no está en esta ribera,

escapó rumbo al olvido.