Andrea Valentina

Sumergirse en la existencia de uno mismo

Sumergirse en la existencia de uno mismo, donde no hay espectáculos de brisas, allí donde el cabaret se muestra sin pistas y la impiadosa carrera es la vida. - ¡Escapar! –  escapar a desprenderse... y en el desprenderse perderse, singular en ápice indagarse y en la curiosidad regocijarse. Encontrarse en contradicción o accidentalmente, polvoriento a la vista... y en lo incomprensible hallarse.

 

 

 

Conversaba a diario con mi ausencia

De sueños frágiles y aletargados

Del reloj robándole vueltas a la vida

Y la ironía de deseos postergados

Sentía el disgusto de su agonía

Y la silente exigüidad de mi utopía

De tanta conquista sin continente

Y reconocer que nadie sabría de nuestra suerte

 

 

Recuérdome también,

Como roca dilecta y tenaz

De ojos apagados sin expresión

De preguntas ovilladas

De respuestas reprimidas

De monólogos turbios, revueltos

Y de diálogos que reales parecían

 

 

Yo.. sosteniendo facultades del alma

De elevar el vuelo a la más alta cima

De no buscar ni andar deprisa

De sueños espumosos

                      y una estadía más tranquila

 

 

Busqué…

En el rompiente de varias olas

En transeúntes vagabundos

En tumultos,

En figuras de nubes que se ofrecían

En espejos, sombras y días

Pero entonces abatida

De buscar y no encontrar

Retornaba a mis charlas

Esos monólogos y diálogos de rutina

 

Pero entonces allí, alejada  y crepuscular,

Una voz se dejó oír

Como alguien encendiendo una luz

¡Existir!

 

Tenue como final de una colilla

Que encontrando muelle

Finalmente espiga,

Y la cara que ser sin rostro, pretendía

Atónito y vacío delineó su primera sonrisa...

 

 

-¡Nacer!

 

Del centro de tus nervios

Turbado y sin defensas

Existir sin horror al vacío

Paso y trastoque de varias puertas

Plagarse de experiencias

Pagar por desventura desdicha

Liberarse de exigencias

Y hallar en esta soledad

La felicidad del ser poeta.