Ramiro Hernandez

CARTA A UN SOBRINO EN LA LEJANÍA:


Estás auto refugiado en el norte. Y no entiendes, como nunca entendieron y, lamentablemente, creo nunca entenderán, las razones de que millones de mujeres y hombres adoren, amen y defiendan a Hugo Chávez.
Quiero relatarte mis razones para ser Chavista de Corazón y de Acción:
Cuando tu mamá y yo éramos unos carajitos, aprendimos ingeniería y arquitectura construyendo ranchos en San Agustín del Sur. No existía Gran Misión Vivienda Venezuela.
Cuando tu mamá y yo éramos unos carajitos, nos allanaban el rancho porque el pure siempre fue de izquierda y eso era subversivo. Aprendimos a esquivar las balas de los militares y policías que perseguían al pueblo y de los malandros, que existían antes de Chávez y robaban y mataban.
Cuando tu no habías nacido, se nos cayó el rancho y tuvimos que huir a Puerto La Cruz, porque en aquellos años no había refugios ni casas para los pobres, así que cada quien tenía que resolver.
Tu abuela Rosa Margarita murió analfabeta, porque no había Misión Robinson que le diera la posibilidad de aprender a leer y a escribir. Pero fue una luchadora, como hoy lo es tu mamá. Esa estirpe de batalladora, de honrada, de darle todo a sus hijos vino de esa mujer que nos educó así y a quien le debemos también que muchos de sus hijos seamos seguidores de quien demostró en vida la sensibilidad y el amor hacia quienes nada tenían.
Tú viviste y vives con bienestar, porque ese hombre sobre quien te expresas con tanto odio, permitió que se desarrollaran empresas, comedores, instituciones, misiones para darle bienestar a todos.
Que tenemos problemas, inseguridad, sí. Pero podemos superarlo y lo superaremos, porque con sólo ver a esos millones de seres que quieren darle el “hasta luego” al Comandante Chávez, podemos entender que él entendió a quienes padecieron hambre, miseria, desamparo. Porque la esperanza de ese pueblo se ha ido materializando y la utopía que soñamos se acerca y seguiremos caminando para llegar y concretarla. Miles de jóvenes, miles, lloran a Chávez, porque Chávez dijo “ustedes son el presente”, son la lucha y la garantía de que tengamos patria.
Así que, por allá donde te encuentras, en el norte, la quimera para algunos, reflexiona y entiende que quienes hemos sufrido carencias, cuando vemos un ser que nos ha dignificado, aunque no nos haya dado todo lo que necesitamos, lo amamos, lo queremos porque siempre fuimos invisibilizados. Visualicen, vean y comprendan. Además, respeten a los millones que creemos y que creceremos porque Chávez es la levadura del pan que saldrá del horno para liberar nuestra patria.
Te quiero sobrino!

Edgar Aquino.