bonifacio

El poeta tiene que escribir

El poeta dejó de escribir y se le empezó a opacar el alma

Cada suceso que le ocurría no lo alcanzaba a digerir

Y de ahí le vinieron los celos las envidias y acechanzas

Que se fueron apoderando de su cuerpo en forma servil

El intentaba de algún modo con toda su sabiduría innata

Tratar de sacarse estos males de forma de volver a reír

Pero mientras su escritura no estuvo en las circunstancias

Todo le iba cuesta abajo sin poderlo el impedir

De pronto tomó su pluma y descargó su blonda espada

Sobre todos esos avatares que lo inducían a sufrir

Y zás asomó la luz que descorrió esa cortina pesada

Y como un Dios entró a raudales un sol para revivir

El doctor que venía llegando casi con cataplasmas

Al verlo alivianado se sorprendió de no verlo morir

Y aprovecharon la ocasión para ir a caminar a la playa

Para conversar de la vida y de este lindo final feliz.