arturo maldonador

EXPLOSIÓN DEL TIEMPO

A fines de año, lo acabé de hacer, 

a la primera muchacha que quise.

Desde niño, me gustaron las niñas.

Cuando explotó este sentimiento,

hacia algo más profundo,

fue por ella,

el primer amor del corazón.

Con el gran amor,

que siento por ella, lo comparto.  

 

S acude las entrañas medio siglo,

O quedad, silencio, ausencia, un recuerdo,

C amino solitario, con tu sombra,

O rigen de tu presencia, causal,

R aro, fue una calle con mi apellido,

R eal estirpe, según genealogía,

O cacionó su herencia, el conocerte.

 

Siguen sus apellidos,

esos los guardo  en el alma.

Y le sigo escribiendo a este amor del ayer. 


Fechas que conmueven la última época,

de un ciclo de tradición humana,

que termina como el propio invierno.


Voy al camposanto, a poner una flor,

al amor contigo, que nació muerto,

nunca lo supiste, fue el primero,

no llegó, sólo lo miré en tu rostro.


Algo que no vuelve a ocurrir, tus pecas,

tu foto que me acompañó por años,

a cambio de otra, que jamás llegó.


La primera devolví, en aquél café,

esquina de Guatemala con Brasil.

Cuando ocacionalmente he pasado,

volteo, allí te miré por última vez.


Días después, al hablar por teléfono,

aquí tu voz, y dolor en el fondo de mi alma,

"No quiero verte, no vengas a casa".

Sólo iré a saludar a tu mamá,

"Ella tampoco quiere que vayas".


Como el cuento, un día por la mañana,

sueño del primer amor, se terminó,

hacia afuera, dos caminos, el tuyo y el mío.


Yo te guardé, de esa empolvada caja,

cuando la abro, tu perfume se ha ido,

un papel, tan viejo como el tiempo,

guarda un poema, el corazón me lo dictó:

¡NINGUNA COMO ERES!

De las bocas perfumadas,

de una y mil mujeres,

en mi vida ya pasadas,

he libado sus placeres. 


Más ninguna como eres,

he buscado sin hallarla,

y en todos mis quereres, 

tu visión he de mirarla.

EL POETA DEL AMOR. 

CHAPINGO, MÉXICO.


 La inspiración llegó como ahora,

dos cuartetos, salieron de adentro de mi.

 Una carta de amor a la revista CONFIDENCIAS,

 donde me firmaba como Arnulfo.

 

Nunca supe, si una respuesta que leí,

 era la tuya, así me parecía, 

 y un poema con tu nombre, el tiempo perdió.

 

Hoy, dos acrósticos, es mi legado, 

este es uno de ellos, lo publico,

termina último día del año,

el otro, sigue guardado en el arcón.

EL POETA DEL AMOR. 31-12-12.

CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.