ZAHADY

Para una amiga…, mejor dicho, para mi hermana la negra rodriguez -Con Fidel Hernandez-

Detrás de una pícara mirada,

con el pelo al viento en una tez morena

se esconden unos ojos de ingenua traviesa ...

 

Es esa niña que los juegos de mi infancia me debe,

aquellos que la vida nos prohibió...

al no permitirnos nacer del mismo vientre

aquella madre que nos parió...

 

Me debe unas rayuelas,

me debe unas saltos a la cuerda...

¡Me debe el correr

y agarrarme de las mechas

por mirar al muchacho aquel

que a ella le gustaba!!... 

 

¡Es la que yo elegí para volcar en ella, mi hermana;

todo mi amor postergado de tener una compinche, 

una guardadora de secretos,  una íntima amiga

que en mis sueños infantoadolescentejuveniles 

tanto tanto y tanto necesitaba!

 

¡¡Tanto tanto le hubiera agradecido

que en el ayer me diera la mano,

que, incluso, ¡por qué no!. me regañara...!!

¡¡Cuánto la he echado de menos!!

 

Ahora, al correr de los años,

no sé qué dios se hizo cargo,

ni tampoco, la verdad, me importa demasiado,

pero lo que sí tengo muy claro

que ella siempre estuvo ahí, esperando,

en el borde del camino de la vida,

en un país no muy lejano,

a que yo, de fraternidad mendiga

apareciera con un cordón en las manos…

 

¡¡Oh, sensación innata que tenemos 

los que siempre en falta echamos

a nuestro deseado gemelo!!