Adan Chuck Arriola

BENDECIDA SEAS

 

Tu lindeza sorprendente

y tus pulcros sentimientos,

son  fulgores estridentes

que me arrebatan el aliento

y clarifican mi mente.

 

Corazón de luz disfrutas

y misticismo de ángel

que atraviesa muchas rutas.

Todo lo permutas a miel,

linda nena que me gusta.

 

Dios está contigo bella;

él siempre te acompañará

como la radiante estrella

que eternamente seguirá

al cielo con luz centella.

 

El esplendor te mereces

y la perenne abundancia,

mujer que siempre florece.

Que la Eterna Providencia

se apiade de ti por siempre.