Rosi Ortega

No siempre la vida es justa.

No siempre la vida es justa.

Lamento haber llegado tarde a tu vida, quizás el destino ha querido jugar conmigo, pero, a pesar de ello, prometo arroparte por las noches para que guardes todo el calor de tu cuerpo y nos podamos calentar; prometo proteger tus miedos, avivar tus sueños y alimentar tu ilusión.

 

Prometo acompañarte en las tristezas y disfrazarlas de alegría; ser la compañía silenciosa que necesitas en momentos de reflexión y el alboroto constante que ameniza tu música; ser lo que soy sin vestimentas falsas, con mis carencias, mis errores y mis defectos, pero sabiendo que contigo aprendo a corregirlas.

 

Prometo no fallarte, y si lo hago, que sea porque los dos queremos fallar…prometo estar contigo, no ser parte de ti, sino un tu y yo, un contigo que te deje libertad para ser quien eres porque la opresión asfixia.

 

Prometo lo prometido y si acaso ves carencias en todas mis promesas, prometo prometerte nuevas promesas para no olvidar quererte.