nelida anderson parini

TE DEJO EN LIBERTAD.

Después de haber surcado

mi vida con tus dedos

palpando con tus yemas

el centro de mi amor,

después de haber arado

en mi todos los miedos

triturando dilemas

de mi mundo interior.

Sembraste  mis baldíos

 con sueños de esperanza

plantando con simiente

de estirpe superior,

osado en desafíos

nacientes de bonanza

irrigan contingente

del manantial mayor…

Así llegado un día

de cosecha abundante

los frutos generosos

dieron dulce sabor,

la vida en su alegría

vibraba alucinante

reíamos dichosos

en la feliz labor.

 

Después de haber tatuado

mi esencia con tus besos

pintando con colores

un nuevo provenir,

un cielo alborozado

mil dulces embelesos

ardientes en fervores

de suave ir y venir.

Si luego que la Luna

nos viese tan dichosos

su manto majestuoso

el gozo resguardó,

tenerte fue fortuna

de tiempos generosos

instante venturoso

que siempre se aguardó.

El amor anhelado

la frase cariñosa

mirada encantadora

sonrisa de ilusión,

forjaste tú a mi lado

vida maravillosa

tu mano emprendedora

trazó bella visión.

 

Ahora tú me dices

que con eso  no basta

que todos tus anhelos

debieron de partir,

que no siendo  felices

tu vida se desgasta

y ausente de consuelo

se extiende ese sentir.

Que ya no quedan ganas

para blanquear sonrisas

que  no hay amaneceres

en  esta oscuridad,

que las fuerzas son vanas

y las caricias lisas

y ausente de placeres

resientes soledad.

Que siendo noche o  día

no encuentras diferencia

que los besos huyeron

para no regresar,

que no existe alegría

que calme la consciencia

que amores ya murieron

en terrible pesar.

 

Qué puedo yo decirte

para aliviar tu pena

si mi alma se lamenta

con tu triste sentir,

no quiero confundirte

atándote a condena

si en tu existir aumenta

con ansia el desistir.

Si te amo con la fuerza

del sentimiento bueno

entiendo que no todo

será felicidad,

y aunque el dolor retuerza

mi corazón en pleno

amándote a mi modo

noto desigualdad.

Decirte que te quiero

quizás no es suficiente

no quiero que mi boca

 acune enemistad,

por eso es que prefiero

permanecer valiente

y aunque sufra cual loca

dejarte en libertad.