Un dia llegó a mi puerta una fulana llamada Soledad, me pidió que por favor la ayudará dándole alojamiento, que solo serían unos meses o quizá sería cuestión de días, la vi tan desesperada que accedí a su petición.
Hoy, no sólo han pasado meses sino años desde que aquella fulana vino a mi por ayuda, no solo no se a ído sino que me ostiga día y noche, me sofoca, me fastidia, me agobia, no puedo estar tranquila sin pensar que se me acercara a tratar de hacerme daño, pero hoy, por fin me armaré de valor y le pediré que se vaya, que me deje en paz, que vaya a alguien más o que simplemente deje de ser, sí, hoy lo haré pero ............... no puedo hacerlo si hoy, sí, hoy ella a la que tanto desprecio y odio, me a dado una esperanza, la esperanza de ser yo de nuevo, de vivir de nuevo, pero si se queda no solo me quedaré con la esperanza sino que me ahogará de nuevo en ella, mmm..................... ya sé lo que haré, le pediré que se vaya, que me dejé en paz, y si algún día, si por algún motivo quisiera regresar por mí, que regrese, pero que regrese solo si no tengo a nadie que espere por mi.
LA SOLEDAD NO SOLO NOS AGOBIA Y SOFOCA, SINO QUE PUEDE ACABAR CON TODAS NUESTRAS ILUSIONES SI PERMITIMOS QUE LO HAGA, Y NO SOLO CON NUESTRAS ILUSIONES SINO HASTA CON NUESTRAS GANAS DE VIVIR, NO SOLO NO SE LO PERMITAMOS SINO OBLIGUEMOSLA CON TODAS NUESTRAS FUERZAS A DEJAR DE SER.