Juanestepa

El Recorrido de una Lagrima.

A pesar de todo, jamás quise dejarte ir, porque sabía que si te ibas, no solo te irías tú,
también se irían mis sueños, se marcharía mi vida, renunciarían mis fantasías.
Si te ibas, un comienzo en mi mente no tenía cabida.

 

Me inundaba el miedo de no tenerte, de extrañarte, de olvidarte, temía empezar de nuevo, sin ti.


Eras un veneno dulce y perfecto, el rubor de tus labios lentamente se apoderaban de mi cuerpo,
adueñándose de mis pensamientos, y hoy padezco su efecto porque entre más te siento más te recuerdo.

 

Besos lentos que trasmitían a mí ser, una mortal y sutil sensación que me hacía decaer a tus pies,
ante tu mundo, donde nada existía y lentamente en tus brazos moría, viendo mis sueños crecer.

 

Hoy su efecto se lleva mis sonrisas, mis anhelos, me queda tu reflejo que aun alcanzo a ver,
junto a mis promesas, pedazos de memorias que guardan recuerdos de un corazón que vio en ti, su amor nacer.

 

Cuando quisiste  partir, hay estaba dándote mi triste despedida,
ante mis ojos te llevabas mi vida, te apoderabas de nuestra historia, y escribías otro final.

 

Aunque sabía que si lo intentaras, podría ser diferente, si tan solo te quedaras,
pero tal vez llegaste a mi vida para marcharte enseguida,
a enseñarme lo que es el amor, la otra cara de la felicidad, emociones que con el tiempo no se olvidan.


Quizás, solo llegaste a mi vida para mostrarme el recorrido de una lágrima.