Sara (Bar literario)

A un poeta mirĂ¡ndose el charco

Lo tiernamente -insoportable-

del asunto

es que jamás lo amaré

del mismo modo

en que el dolor de no tenerlo

me hace sufrir.

 

El fracaso de ser poeta

es amar al libro

que me recuerda

la mentira exacta

que inventé de ti

 

El poeta se recuesta

en la sombra de los pies del viento

le llama por los siglos

ama su brisa de textuales besos

y junta sus piernas

a la médula vaporosa del alacrán del sueño

 

El poeta proyecta su inmortalidad

en la noche

en que hizo del germen de su destierro

la bacteria ideológica

en un campo circuitado al albedrío

 

Ama esa noche

porque tenía en sus estrías axiomáticas

el remordimiento leve

de haberlo planeado en un juego de canicas

 

El poeta se posa detrás de un escritorio

 escribe misivas a editoriales,

mientras en la vista se le condensan

algunas telarañas con nubes descapotables

 

El poeta se enamora

y mientras,en la viga, hace la casa 

se desempolva del nuevo nombre.

 

Ven, vean

es que el poema ama tanto

a su camello 

que le hace creer que 

su existencia de desierto

- por tu culpa, por tu gran culpa-

es el oasis de un viajante

salvando de las ovejas,

su cráneo de guerrero.