Jareth Cruz

INOCENCIA INTERRUMPIDA

INOCENCIA INTERRUMPIDA

 

La encontré en el camino,

estaba semidesnuda

¡Ay! pero… ¡que cruel destino!

La maldad crece, no hay duda.

 

Le ofrecí mi gran abrigo,

que parece gabardina,

le dije, yo soy amigo

de la justicia divina.

 

Agarró aquella prenda,

se tapó lo más que pudo,

pero al observar sus piernas

se hizo, en mi garganta, un nudo.

 

Ese acto no tiene nombre,

de hombre, nada ha de tener,

porque si eso es ser muy hombre

yo prefiero ser mujer.

 

Autor: Jareth Cruz