FERNANDO CARDONA

No me gustan las almas silenciosas.

 

No me gustan las almas silenciosas.

 

No me gustan las almas silenciosas.

Me gustan bulliciosas, alegres, altaneras,

Que digan lo que sienten, que no guarden rabiosas

La injuria que con saña el zafio les  profiera.

 

No me gusta la gente marrullera y tramposa.

Me gustan las personas decentes y frenteras,

Que a la vida se enfrentan valientes y orgullosas

Y para todo tienen actitudes sinceras.

 

Y es que soy de esos hombres forjados en la hoguera

Donde ser responsables y respetuosos, era

Condición sine qua non para ser buen humano.

 

Quizás por eso nada dejare cuando muera

Pero a mis hijos dejo mi enseñanza postrera

Que si no es con respeto y amor, no den la mano.