poetaovallino

La Paz...

Quien haya dicho que habita en el alma,

Ha de haberla visto mientras moría,

Con la vista nublada y la mente aturdida,

Con los labios sellados y la sangre fría.

La paz es así, como el agua y las hormigas,

te la encuentras donde quieras, pero escondida,

En un refugio inventado bajo tierra,

En una iglesia 100% vacía,

en el charco de las lágrimas expelidas

desde el pecho liberado de la angustia.

La paz es así, simple como una sonrisa,

versátil como la greda o como el humo,

paciente como las semillas y las olas,

congénita como el amor de las madres.

La paz es así, cómo una actriz transparente,

como un puñado de palabras sin idioma,

que vaga con el viento sin pasaporte,

para meterse en medio del silencio y viajar,

con un trozo de pan entre las manos,

y una almohada dormida bajo el cuello,

más un cargamento de calma, por si acaso,

por si acaso alguien tienta en despertarle,

para cogerla de su mano y trasladarla,

quién sepa a qué lugar para persuadirle

vistiéndola de bandera o de utopía.

Pero la paz se disfrazó, de ella misma tal vez,

sin un nombre artístico para buscarle,

   ni tampoco precio para actuar en tu vida.