linda abdul baki

Peldaños, peldaños y más peldaños

 

 

 

 

Peldaños, peldaños y más peldaños



 

Tanto en lo material como en lo spiritual divisamos los peldaños

Etapas del alma que de vidas, se va superando

Si no creemos en nosotros mismos, y andamos con engaños

Vendrá un día que no creeremos en DIOS.

Solo blasfemia en nuestros sentidos, naciendo

Peldaños que no son tan fáciles de superar

Peldaños y peldaños en los cuales nos enchumbamos

Y no creemos en los peldaños sutiles, porque no los buscamos

En donde estamos, solo de eso, es que hablamos

Y cada quien habla de sus sentimiento y experiencias

Y cuando son puros pensamientos sin experiencia

Son como soplar en un bambú, es no tener conciencia

Seguimos engañados creyéndonos los creadores

Hasta llegamos a los límites de perder la fe

Que aun cuando nos mandan tantas pruebas

Seguimos diciendo que dios no existe

Y solo de lodo nuestra pobre alma se viste

Como entonces vamos a divisar los peldaños

Eso requiere de muchas vidas y años

 

Una pequeña historia que contare

Había una vez un incrédulo y un creyente, el creyente siempre oraba y alababa a DIOS y en su devoción siempre se cobijaba,  el incrédulo siempre maldecía la vida y maldecía a DIOS, no veía nada bueno todo lo veía malo, el creyente devoto le decía, hermano no estés maldiciendo, DIOS es nuestro aliento de vida. El incrédulo se burlaba de él y le decía no creo en nada de eso, DIOS al ver  a sus dos hijos, uno que lo alababa y el otro que lo maldecía dijo: probare a estos dos hijos, quiero ver hasta qué punto este me alabara y hasta qué punto el otro me maldecirá, les llego la muerte y al volver a venir a esta vida vinieron los dos morochos pegados de la espalda, el devoto seguía en su devoción y amando a DIOS y el incrédulo hacia lo mismo maldiciendo a DIOS, el devoto le decía hermano no hagas eso, fíjate como estamos alabemos a DIOS. De lo contrario vendremos en peores circunstancias, el incrédulo le decía y que peor que esto, y seguía maldiciendo, DIOS dijo sacare a mi hijo el devoto, de ese cuerpo, murió el devoto y el incrédulo quedo con el cuerpo de su hermano muerto pegado a su cuerpo, con el tiempo el cuerpo muerto se empezó a descomponer y los gusanos salían y nadie de la familia podía cuidar del incrédulo,  por la situación en la que estaba pasando

 

Esa es nuestra condición, no creemos

Solo si nos da lo que queremos

Solo así, en el creeremos

Qué triste que no sabemos nada de los peldaños

Y si sabemos algo de eso

No  queremos reformarnos

 

Con mi amor Linda

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