José Jacinto Corredor Cifuentes

ANHELOS

ANHELOS

 

Me gusta ver el cielo de estrellas tachonado,

me gusta ver la luna que surca el horizonte,

rodeada con hermosas rosadas nubecillas,

me gusta oír el viento susurrando en la ventana

y músicas alegres haciéndome escuchar.

 

Me gusta ver las flores y bellos azahares

hermosos en el campo loando al creador,

me gusta oír las aves alegres y cantando,

y oír los copetones y lindos ruiseñores

trinando en los frutales del huerto de mi hogar.

 

Me gusta ver las luces indecisas titilando

llevadas por los fieles en torno a un pedestal

y en noches estrelladas  los pechos  resonando

loando a la Señora de hermosura sin igual.

 

Me gusta oír la fuente alegre y bulliciosa

que pasa cantando por el patio de mi casa

arrullando las noches de insomnio macilento,

las horas silenciosas de dulces ilusiones

en esas noches largas tan llenas de recuerdos.

 

Me gusta ver los cielos azules en verano

y ver en los jardines, los nardos y claveles

ansiosos esperando las manos que los lleven

muy pronto a los altares de Cristo y de María

 

Quisiera ver la tierra poblada y prosperando

en paz y sin engaño los hombres laborando.

En las iglesias los fieles celebrando

las fiestas de María en torno a los altares.

 

Quisiera oír rezando el rosario en los hogares,

los padres con los hijos fervorosos y cantando

en Mayo celebrando las glorias celestiales

de la madre cariñosa de Dios y de nosotros.

 

Y oír cantar un ángel allende la llanura

con músicas divinas y cantos celestiales

acompañando las plegarias de los fieles

que rezan y que piden fervorosos protección.