marco augusto

Oh! Soledad perversa

Oh! Soledad perversa

 

Una desconocida voz penetra mis sentidos,

 y entre el rumor ya casi familiar

de voces extrañas

 y el ruido chillón de las puertas,

me atormenta la ciega soledad,

 en mis eternas noches de ausencias.

Oh! Soledad perversa,

porqué me golpeas con la cruel indiferencia,

si no soy una roca inerte

en medio de un desierto,

si soy de carne y hueso y estoy despierto.