Eduardo Urueta

El olvido


El silencio de la memoria es el olvido

Ese sentido releído, no práctico.

que en la cabeza funciona como el ácido

que habitará y cumplirá a su ánimo caído.

 

La verde hoja que otrora en flor su parecido

friccionaba su hermosura en enigmático

cielo bajo, de los jardines matemáticos,

este monstruo, a la ceniza la ha ofrecido.

 

Nada es lo que antes se fincaba en el capullo

mental de la experiencia en que la edad construye

su mano tácita del tiempo en el barullo

 

que natural, con su estampa viva, confluye

en esta sombra que consuela con su arrullo

o que pesadumbre, por ausencia, distribuye.