marino almeira

A MI MADRE.

Con el entrañable dolor, Madre,
de tu lamentable partida
he aquí a la familia
ante tu tumba reunida
para rendirte homenaje,
para llorarte unida,
como tú nos enseñaste
durante toda tu vida.
 
Y en medio de la tristeza
que nos deja tu partida,
de esta enorme soledad
que invade a nuestras vidas,
hay una sensación extraña
por la casa difundida
en las flores, en las cosas,
en las mentes compungidas.
 
Y es orgullo, orgullo del bueno,
el que a todos nos inspira,
orgullo por ser tus hijos,
orgullo por ser una familia,
unida, humilde y sencilla
como Papá y tú la querían,
y por la que tanto lucharon
hasta el final de sus días.
 
Y hoy cuando todos lloramos
tu lamentable partida,
le pedimos al creador
te tenga allá reunida,
con Papá y con tus hijos,
que se adelantaron un día,
y con ellos nos esperes
para darnos la bienvenida.
 
Y hoy también te decimos
que puedes estar tranquila,
que tus hijos y tus nietos,
bisnietos y tataranieto
seguiremos con la vida
transitando la buena senda,
que con ejemplo y constancia
tú nos dejaste servida.
 
Bendícenos desde el cielo,
y guía a nuestras familias
por esos buenos caminos
que transitaste tu misma
como ejemplo de honradez,
como ejemplo de sana vida,
y por lo demás despreocúpate,
Descansa Madre Querida…