Poeta-Maldito1976

SIRENAS

Renacen las sirenas, en cada cerradura sin llave, cantándole a mi psique mientras se acerca. Del caldo del caos se alimenta la ebullición y yo sigo esperando que mis heridas se cierren cuando de ellas brota el veneno que me emborrachó, porque yo continúo muriendo en tu espejo, en tu mirada, en tu reflejo. También vivieron equivocados los dioses. En todo momento existe un Prometeo dispuesto a burlarse y cuestionar sus decisiones. No es extraño que siga caminando entre destinos, entre los cauces que se rompen, todavía sin encontrar el mío. Las palabras se sobreponen al frío y las acompañan las ánimas que eligieron abandonar el Estigio. Es verdad, muchas veces me he arrepentido porque la serpiente ha venido siempre conmigo pero ahora puedo sonreír en los sueños incluso cuando hay tinieblas y el corazón de la noche se acelera. Los lobos le cantan a la mujer desnuda. Y ella les sonríe porque hasta el amanecer no tiene que regresar a la Luna. La realidad engulle mi pequeño presente cuando la columna que sostiene al pasado se torció. Suelen llover pétalos secos y crujientes porque el viento al seguirme también se burló. Entre raíces de asfalto y cemento mi alma continúa asomándose detrás de cada farola, buscando el privilegio de haber creado a mis dioses con las lágrimas de mi boca. Detrás del escondite de cada palabra a veces sé muy bien quién soy a pesar de todo y cuántas paredes tiene mi cuerpo cuando descansa porque la sangre se mezcla con electricidad cuando me cruzo con el miedo y no me escondo. Hace mucho que el ascensor del tiempo no se para en mi piso. Ya conocen como arrastro los pies mis vecinos. Susurran las puertas. Se encogen los pasillos. Y las luces están muertas. O casi. Porque en medio de la vorágine con sus cantos renacen las sirenas. Tal vez me lleven a la deriva, pero siempre merece la pena verlas.