marco augusto

El afarero del tiempo

El afarero del tiempo

Somos un reducido mundo de alegrías,

la brizna de un suspiro que se lo lleva el viento,

y el estrépito de un sentimiento.

Somos barro en las manos del alfarero del tiempo,

que va esculpiendo a su antojo

nuestro cuerpo,

y nuestros sentimientos.

Somos sombra y luz,

silencio y estruendos,

vasija llena emociones

y a veces vacía de afectos.

Somos por un tiempo agua en el desierto,

pero cuando cae nuestra luz,

nos convertimos en desierto.

Somos estrella blanca  en la noche clara,

halcón que levanta el vuelo

y miserias cuando llegamos a viejos.

Se acalla la garganta,

se seca la piel,

llega con su música el silencio,

y sólo nos queda revivir en nuestras memorias,

lo bello del tiempo que se fue,

porque de lo malo,

les juro que ni me acuerdo.