linda abdul baki

No dejemos nunca.

 

No dejemos nunca.

 

 

No dejemos  nunca de practicar

Una práctica que sana al alma

Es un dulce encuentro con el ser

Que hace a las dificultades vencer.

 

 

Aspiremos, a cada momento el amor

Seamos almas en reformación

Nuestro padre, creador es perfecto

También nosotros llegaremos a la perfección.

 

 

Dijeron, todos los divinos Maestros

El cran creador inmortal es perfecto

Y tienen que ser perfectos para llegar a el

Sus sabias palabras, tenemos que beber.

 

 

Solo sabemos hacer prácticas externas

Ir predicando y no acaban nuestras lemas

Las religiones sin prácticas, son cadenas

Entremos al templo del cuerpo,  ahí se acaban las penas

 

 

El ojo único del que hablo Jesús

Y de la puerta que tocaremos

Eso queda entre las dos cejas

Y ahí, al creador contemplaremos.

 

 

Que se gana solo con palabrerías

Como loros repitiéndolas todos los días

Si no nos elevamos sobre la conciencia del cuerpo

Estamos enchumbados de ego por todos los costados.

 

 

Solo leemos las escrituras

Como ir haciendo aventuras

No sabemos nada de los ladrones

Que tenemos en nuestros corazones.

 

 

Son unos ladrones muy astutos

La ira, la lujuria, el ego, la codicia, los apegos

Solo meditando con un guía místico del alma

Podemos terminar con ellos y ganar el dharma.

 

 

Ya basta de engañarnos a nosotros mismos

Algún día la cortina se correrá

Volveremos a tener conciencia de donde vinimos

Y finalmente sabremos a dónde vamos.

 

 

Las almas nacen y mueren, mueren y nacen

El alma como bebe en el vientre está meditando

Y al nacer llora, porque se separa de la luz y el sonido

Los padres al  tenerla en los brazos se sienten complacidos

Le encienden una lámpara y le mueven un aparato con sonido

Así él bebe se vuelve a calmar, como cuando estaba meditando

En el vientre,  él le prometía al divino señor

Señor sácame de aquí y meditare en tu nombre

Y a tu regazo de donde vine  regresare

Pero, qué triste, cuando nace se olvida

Y van pasando los minutos las horas y los días

Y el karma lo va envolviendo con sonrisas mimos y alegrías

Al ir creciendo se va olvidando del dador y se apega a las dadivas

Va pasando el tiempo entre crecimiento y crecimiento

Y llega a la vejes sin saber cómo paso el tiempo

Si no comulgamos, en la meditación diariamente en la juventud

Ya en la vejes nunca tendremos la misma salud

No perdamos un átomo de tiempo en la devoción

él nos ama sin ninguna condición

Aprendamos a volver a su reino, esa, es, nuestra misión

 

Con mi amor de siempre Linda

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