Gerardo Barbera

EL RINCÓN

 EL RINCÓN

 

*

 

 Cierran la puerta negra,

enfermos sin historias,

despojos olvidados…

una cama, el insecto, un zapato

  el miedo de los siglos,

 aguas del oscuro inconsciente,

la penumbra en la ventana,

ojos en las paredes,

sudor en las manos,

frío en la espalda,

la tarde oscurece,

una mariposa negra,

la tristeza del gusano,

las manos de la vieja,

la silla que se mueve.



**

 

 Ahí, bajo la almohada, ¿lo ven?,

el perro aúlla, las hojas caen,

 esencias imaginarias brillan,

 eventos oscuros y dementes,

 vida después de la muerte,

 cuerpos flotantes sepultados,

 el fuego que fluye de la tierra,

 cadáveres  navegan sin barcas,

 profundidades grises y eternas,

  voces en la madrugada,

pasos lastimeros sin rastros,

grillos que enloquecen,

la mirada en el cuello,

alas  en el cuarto,

tinieblas resplandecen.

 

***

 

 La he visto en mis noches sin luz,

ahí, en el rincón de maldiciones,

me mira y se burla de mi carne,

penetra cada fibra, cada espacio,

es un ave negra que te sueña,

yo le temo,

 lo sabe, no le importa.

Llega  la ausencia de la razón,

el puño  abierto, cerrado,

 las sombras de la locura.

Ella duerme en el universo húmedo,

donde un arcoíris agobiado de rencores

adormece la luz pálida de las flores,

bajo el frío de este  invierno,

vuelven misterios enloquecidos,

silencio de la piel que duerme,

temblores de un corazón perdido,

felicidad ya olvidada,

me invita al infierno,

no quiero subir a la cama,

Ella me espera,

su vestido negro,

Satanás en la mirada.


****

 

  Negra luz de la infancia

  delirio de licores,

  copa diabólica,

 rojo manantial que deseas,

 no existe piedad en sus labios

 plegarias irracionales,

ese rostro que vi…

allá, en el baño…

aquella noche, ahí cerca,

hace años … hace años...

 un recuerdo, nada más.

 La sombra me persigue, está ahí,

 nadie puede verla,

ahí, ¿la ven?, está ahí

 debajo de la cama,

 la  anciana  me llama,

tengo miedo, ahí está,

si te fijas bien en esa sombra,

en el rincón del cuarto,

¿puedes verla?

 

*****

 

¡No, no mires debajo de la cama!

 se esconde en la oscuridad,

a veces mueve esos trapos,

¿puedes escuchar ese leve movimiento?

 ¿roedores nocturnos?, ¡por Dios!

a lo mejor se convierte en araña,

la  que estaba en el rincón,

la imagen borrosa,

el humo de la hierba,

el fuego del infierno.