Caarito Sala

De un lápiz y papel.

Recordando viejos tiempos, viejas historias, y no tan lejanos pensamientos; me encuentro con un mundo, una realidad y otro yo distinto...

El tiempo siempre te va a exigir la respuesta que alguna vez tu cabeza se preguntó. También necesita esa palabra que escupiste, el fundamento y ahí es cuando te pones a pensar y no era tan certero lo que se dijo.

Uno cambia, el tiempo y espacio, la realidad, sobre todo los pensamientos, por las cosas que nos tocan vivir, quizás, o una noche de borrachera te muestra, que la lógica y la razón en frente a lo que nos toca día a día, es paulatino. Pero en fin, ese cambio siempre es para mejor.

Cambiar la manera de pensar, actuar y reaccionar, es parte de la revolución interior más digna, seguimos aprendiendo.. Aprendiendo, que todo, con voluntad, se puede solucionar, que todavía no está del todo perdido, que hay que empezar por nosotros, de ahí nace la verdadera justicia.

Debe ser feo, quedarse siempre con la misma idea, y no evolucionar. Ya con tomar un lápiz y papel y poder volcar todo lo que nos mueve por dentro, es mucho mas que reprimir algo que puede ser esencial. Una palabra, una frase, una foto, un amor, una enseñanza, un día, una amistad, algo que nos conmovió, una mirada, o con un simple beso, uno puede hacer estallar la imaginación.

Porque de un lápiz y papel se conoció la verdadera revolución que luego se hizo posible.